En busca del regalo perfecto

Estas fechas son días de excesos. Exceso de comida, de bebida, de compras… De eso trata la tradición, de celebrar con familia y amigos cada día de fiesta como si fuera el último (de este año).

Pero como todo, este año la Navidad ha sufrido recortes. Ya no hacemos regalos a los veinte primos, hacemos un sorteo de amigo invisible y así nos ahorramos diecinueve. En el amigo invisible de la oficina ya se aceptan regalos hechos a mano independientemente de lo apañado que seas; y hasta puedes dar detalles de lo que necesitas para garantizar el éxito de la inversión.

Yo misma, puesta a recortar, decidí no compra lotería en el trabajo. Fue un acto de valentía sin igual. Sólo pensar que llegado el lunes yo sería la única en no desayunar champagne en la oficina…. Uff! “Lamentablemente” no hubo suerte.

Lo increíble es que pasada ya la primera fase navideña no he sentido ni por un momento que estas fiestas hayan sido más pobres que otras. Realmente creo que la magia recae en ello, en que todo el mundo consigue dar más con menos. Días antes de Navidad escuché un comentario que me llevó hasta comparte tu mesa. Esta iniciativa permite a personas que no tienen con quien pasar las Navidades, unirse a otras familias que sí lo tienen y quieren compartirlo. Reconozco que finalmente no lo hice, pero seguro que si lo hubiera hecho ahora estaría contándoos lo genial que fue. Por eso el año que viene estará dentro de mis planes para el día veinticinco.

Estos pequeños gestos de personas anónimas son muy valiosos; pero podemos ir más allá. Cuanta gente de nuestro entorno necesita un cambio en su futuro más cercano? Muchos, realmente muchos. Y cuantos regalos tenemos que comprar antes del día 6 de enero? Muchos, realmente muchos. He aquí la cuestión.

Pensando en qué regalar a cierta persona caí en la cuenta de lo que tenía –literalmente-justo delante de mí. La posibilidad de regalar algo que no caduca, que formará parte de esa persona y que quizá, con suerte, sea la oportunidad que necesita. Y además personalizable: para los más artistas un curso de técnicas especiales de fotografía; para los visionarios, de chino; para los que nacieron líderes, cómo abrir tu propio negocio; para los que siempre llegan tarde, gestión efectiva del tiempo; a los que cuelgan todo en facebook, un curso de desarrollo de marca en redes sociales…  y todo ello en el CREC, ese espacio donde tú y los tuyos podéis crecer, reinventaros y salir de nuevo al mercado con las pilas cargadas y una oferta diferenciada.

Así que si compras alguno de los cursos a través de nuestra web www.crec.cc, y quieres regalárselo a alguien especial, envíanos un e-mail y te haremos llegar un vale-regalo con la información del curso que has elegido.

Si sigues dando vueltas por los grandes almacenes pensando en regalarle ese jersey para fríos polares nunca vistos en España, ese móvil que todo el mundo quiere, o simplemente estas deseando que alguien te inspire; espero haberlo hecho.

Marta Vázquez |Responsable de Comunicación en el CREC

Administrador general

info@crec.cc
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