Roman, CEO de CREC: “En 2 años, el mundo no se parecerá en nada al actual

Cuando el coworking aún era un mundo casi desconocido en la ciudad de Barcelona, Roman Calavera, CEO de CREC, ya lo consideraba imprescindible. Poder salir del despacho de casa para entrar a trabajar en un entorno de profesionales conectados entre ellos le parecía una evolución inevitable. Y así ha sido. Eso sí, su modelo se basa en una idea fundamental: lo más importante son las personas. Y por eso, creó dos espacios de coworking en Barcelona de la mano de un equipo de Community Builders. En 2012, comenzó su aventura con la inauguración de CREC Poble Sec, y gracias a la buena acogida entre sus coworkers, abrió CREC Eixample en 2016. Este año, Roman ha decidido dar un paso más allá: Abrir el tercer CREC en Sabadell. “El coworking tiene que ser una opción para todo el mundo, no sólo en las grandes ciudades”.

 

Imágenes de Vera García

 

Apostaste por CREC cuando el coworking era muy desconocido en nuestro entorno. ¿Por qué lo hiciste?

 

Mi apuesta no fue sólo por el coworking. Mi apuesta fue por crear un concepto de comunidad coordinada, encontrar elementos comunes que generasen conexiones de valor en un mismo espacio. La idea disruptiva del coworking vino más tarde. Mi primera idea fue cambiar la manera de hacer las cosas. Básicamente, el concepto de coworking vino a la hora de focalizarlo en un modelo de negocio y de trabajo, la vía para experimentar cosas nuevas. Y se produjo también investigando qué se hacía en otros países. El concepto que más me sedujo y al que me encantaría parecerme es al canadiense CSI. Tienen una visión muy interesante del coworking, con el lema “Queremos cambiar el mundo” a la cabeza, y fue un modelo muy inspirador. Bebí de los modelos anglosajones, pero el Canadá siempre ha sido mi ideal.

 

“la figura de los community builders nos diferencia del resto. Por eso somos más que un coworking”

 

A día de hoy, el más importante en CREC son las relaciones que se crean entre personas. ¿Por qué crees que debe ser así y qué papel juegan en ello los community builders?

 

Porque sin esta figura, nuestro modelo de trabajo no tendría ningún sentido. Nosotros somos capaces de aplicar nuestro ‘know how’ a la hora de conectar personas con un gran valor añadido, y ese es el factor que nos diferencia del resto. Por eso creo que somos más que un coworking. A parte de un espacio, ofrecemos un servicio de calidad en un entorno totalmente libre, donde cada coworker se pueda sentir a gusto trabajando y pueda crear sus relaciones de manera espontánea. Pero siempre con un seguimiento estratégico de los community builders para ayudarlo a que sus conexiones se produzcan.

 

Hace unos años, el coworking no era un sistema de trabajo tan importante como ahora. ¿Por qué pensaste que tendría éxito?

 

Porque el mundo iba hacia aquí. La gente empezó a pensar: “no seamos tontos y busquemos otras soluciones que no habíamos buscado nunca”. Y muchos autores que me gusta seguir iban en esta línea. Apuntaban que en el mundo no habría una gran revolución global, sino la conglomeración de millones de pequeñas revoluciones individuales que se hacen imparables. La gente se organiza, tiene ideas, quiere cambiar cosas. Y a la suma de todo esto no hay ningún poder que la pueda parar.

 

De hecho, tu eres un ejemplo de persona que ha vivido una revolución personal, ya que como todos nuestros coworkers, también eres emprendedor. ¿Qué te llevó a serlo?

 

Yo llevaba muchos años en Club Lleuresport en la gestión de centros cívicos de Barcelona, y allí ya teníamos una mentalidad disruptiva en nuestra manera de trabajar. Por eso, impulsar CREC fue un paso muy importante. Demostramos que una forma de trabajo más empático y con las relaciones entre personas en el foco era beneficiosa para todos. Así, antes de dar paso a CREC con el objetivo de cambiar un poco el mundo, tuve que cambiar yo mismo, porque sino sería imposible.

 

¿Qué aconsejarías a un emprendedor?

 

Le diría que se lo crea, que tenga claro que sólo puede cambiar el mundo si cambia el mismo. Tiene que escuchar las opiniones de los demás, pero que no asuma como verdad todo lo que le digan. Es importante tenerlo en cuenta, pero aún es más importante huir de toda esa gente que se apunta un “ya te lo dije”. Eso es demasiado fácil. Toda esa gente que cuando ve un emprendedor que no se sale con su proyecto y le dice “ya te lo dije”, tiene la opinión más fácil del mundo”. Lo que desconocen es que ese emprendedor se habrá llevado una experiencia, habrá recorrido el camino… Y eso en el futuro le será clave. Si sólo entendemos el éxito como poder vivir de manera estable con tu negocio, entonces es mucho más complicado. La gente que crea un nuevo modelo de hacer las cosas, que descubre nuevas maneras de relacionarse, que rompe con lo establecido… Ya está teniendo mucho éxito.

 

¿Cómo valorarías CREC en la actualidad y qué te ha sorprendido más respecto al momento de crearlo?

 

Lo que más me ha sorprendido han sido las personas. Poco a poco, cada vez más, han cambiado el día a día del trabajo. Y yo no pensaba que sería así. La gente viene totalmente dispuesta a colaborar, ven que las conexiones con otros profesionales son beneficiosas para todos, y no se centran en impulsar solos su negocio.

 

“Unir Barcelona con Sabadell será maravilloso para nuestra comunidad de profesionales y enriquecerá aún más las conexiones entre ellos”

 

El lugar escogido para el tercer CREC ha sido Sabadell. ¿Por qué esta ciudad?

 

Nos ha gustado mucho jugar con el concepto de metrópoli. Barcelona es una gran ciudad, pero la metrópoli es mucho más que Barcelona. Hay muchísimas interacciones que podemos crear, y hay mucha gente que puede hacer cosas interesantes, muy nuevas y que quizás no se quieren situar en plena ciudad. Es un reto atravesar las barreras de la gran ciudad, donde el entorno es muy acotado. Queremos asumir un reto muy ambicioso y ser capaces de extender nuestro mensaje.

 

Crecer en Sabadell también nos abre una gran oportunidad. Todos los coworkers forman parte de la comunidad de CREC y se pueden mover libremente por todos los espacios cuando quieran y crear relaciones con todos los profesionales. Por tanto, estamos creando un puente entre Barcelona y Sabadell que será muy enriquecedor. Además, la ubicación del espacio, la forma de trabajar del entorno… El pálpito fue que en Sabadell funcionará nuestra manera de entender el coworking y nos enseñará muchas cosas que hoy desconocemos.

 

¿Qué crees que puede aportar CREC Sabadell al resto de la comunidad?

 

Pienso que será un contacto maravilloso entre profesionales de una y otra ciudad. No sabemos si a Sabadell vendrá un perfil de emprendedores experimentados que salen de la oficina para reinventarse, o si tendremos gente que vive en Sabadell y quiere trabajar desde su ciudad, si habrá mucha gente joven o extrangera que vive en la metrópoli… CREC tiene las puertas abiertas para todo el mundo. Y nosotros queremos reunir a gente diversa para enriquecer aún más las conexiones entre todos ellos.

 

¿Qué perspectivas de futuro tienes sobre CREC y sobre el coworking en general?

 

Pienso que los planes de futuro de CREC son muy ambiciosos. Creo que tenemos que poner la mirada en cambiar constantemente. Tengo el presentimiento de que todo esto que hacemos, en dos años, no se parecerá a la actualidad. Tenemos que crear parámetros nuevos, iniciativas nuevas… Pero siempre teniendo claro que nosotros somos CREC, y que nuestra esencia no la podemos perder nunca.

 

Respetamos mucho a quién ve el coworking como la cesión de un espacio espectacular, muy bien diseñado, donde cada persona trabaja sola en su proyecto sin que nadie la conecte con otros profesionales. Pero ese no será nunca nuestro estilo. Ofrecemos una manera de hacer CREC que implica muchas otras cosas.

 

Por tanto… ¿Crees que los trabajadores del presente y del futuro encontrarán en CREC el mejor sitio para desarrollar sus proyectos?

 

El futuro no tengo ni idea de cómo será. Dicen que se destruirán millones de puestos de trabajo, pero se crearán millones de nuevos. No sabemos cómo serán las relaciones entre profesionales. Quizá ya tendremos que incorporar la relación entre androides y humanos. Pero se producirán las relaciones personales que te comentaba, de eso estoy convencido. Como pienso que CREC debe estar en constante movimiento en la línea de cómo evoluciona la sociedad, tengo claro que no nos podemos quedar anclados en un funcionamiento estático porque ya funciona y es mejor no tocarlo. La gente cambiará, y nosotros cambiaremos con ellos.

 

“En CREC, siempre pensamos en crecer. Mi idea sería romper las fronteras de Cataluña e incluso las de España”

 

Y ya que pensamos en el futuro… ¿Podemos ir pensando en un futuro 4o CREC?

 

Por supuesto. Siempre pensamos en crecer. Si no tuviéramos en mente abrir más espacios CREC, tendríamos que cerrar. Pero para hacerlo, no pensaremos en qué lugar lo necesita más. Pensaremos en qué necesitamos nosotros y nuestra comunidad. ¿Dónde podemos ir para completar ideas y proyectos que tenemos en CREC? Cómo lo podemos hacer para que nuestros coworkers puedan entrar en contacto con otras formas de ver y hacer las cosas? Y una vez detectado esto, buscaríamos un espacio y su ubicación. Pienso que tendría que estar en un lugar donde el coworking no esté desarrollado y nos brinde una oportunidad de aprender juntos. ¿Mi idea? Que el próximo CREC esté fuera de Cataluña e incluso fuera de España.

Marc Parals

marcparals@crec.cc

Periodista y apasionado por la comunicación, se encarga de explicar todo lo que sucede en CREC en sus redes sociales, newsletters… ¡Y dónde haga falta!

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